domingo, agosto 29, 2010

cada mil googleadas muere una sinapsis, o algo así

Acabo de leer un artículo en Elpais.com que dice lo siguiente: "Contamos con conexiones fáciles e instantáneas con el exterior -Internet, televisión, móviles...-, pero quizá no sabemos cómo acceder a nuestro interior"
Si bien en la nota se orientan a la cuestión emocional del insight y el conocerse a uno mismo, creo que lo mismo vale para el aspecto racional, del funcionamiento de la mente. Me pregunto si no estaremos abusando del googleo, o seré yo la que abusa. Aunque si existe el neologismo 'googlear', imagino que seremos unos cuantos que ante la menor duda tipeamos y damos enter sin pensarlo 1 segundo. Todo lo que pensamos, sabemos y hasta lo que imaginamos, por instantáneo que parezca, se genera en la mente por medio de conexiones neuronales que vamos conformando desde que nacemos. Si internet siempre se interpone entre pregunta y respuesta sin dejar al cerebro explorar distintas alternativas, seguramente algo vamos a perder. Quizás ganemos en otros aspectos, también es cierto que uno direcciona la búsqueda, que no es una absoluta pasividad, pero me suena a que esa comodidad se va a llevar algo de lo que fuimos. Posiblemente algo de nuestra inocencia, antes nuestro límite era nuestra imaginación, nuestro círculo más cercano y los libros de nuestra biblioteca, o la biblioteca de nuestro barrio. Ahora las respuestas son infinitas y tantas como internautas existen en la red. Sobreabundan las respuestas, pero las preguntas no se agotan, por suerte.